Inteligencia Artificial en Salud: Aliada para un Cuidado Más Humano y Personalizado

Carlos A. Morales • 17 de septiembre de 2025

Introducción

Hace algunos años, una noche de fin de semana, recibí la llamada angustiada de una de mis pacientes. En una analítica rutinaria le habían salido los linfocitos ligeramente elevados y como suele ocurrir, consultó al Dr. Google y luego pidió una segunda opinión al Dr. Yahoo! Uno de los primeros resultados le sugirió una enfermedad grave, y el miedo la invadió: me llamó entre lágrimas convencida de que tenía cáncer. En realidad, acababa de pasar por un proceso infeccioso leve y el resultado no tenía mayor importancia, pero Google no tenía el contexto necesario y quedarse siempre con la peor posibilidad genera mucha ansiedad.

Esta anécdota ilustra una realidad frecuente en la era digital: la tecnología puede ser una gran aliada, pero también una fuente de confusión y miedo si no se utiliza adecuadamente. Por eso, es fundamental entender qué es la inteligencia artificial (IA) en salud, cómo está transformando la medicina y cuál es la responsabilidad tanto de los profesionales como de los pacientes en su uso.


Experiencia personal con tecnología en medicina integrativa

 

Desde 2003 utilizo a diario un programa informatizado de homeopatía que transformó mi consulta. Mis maestros utilizaban libros de papel que tenían sobre el escritorio, pasaban páginas y tomaban notas a mano, con lo que se perdía un tiempo valioso. Por supuesto que su conocimiento y experiencia les permitía tomar buenas decisiones. Este software me permite incluir mas cantidad de información en menos tiempo, tener una visión global y jerarquizada del caso y la capacidad de profundizar en los detalles. Así, puedo dedicar más tiempo a la escucha activa y al análisis del contexto, utilizando mi experiencia para decidir cuál es el mejor remedio, complementando mi criterio con las nuevas opciones tecnológicas.

Esta gestión ordenada y exhaustiva de la información clínica facilita una comprensión más profunda de cada paciente y permite tomar decisiones integradas y personalizadas. Actualmente, la inteligencia artificial está llevando estos programas un paso más allá, incorporando asistentes virtuales que, por ejemplo, pueden tomar notas automáticas durante la consulta. Aunque todavía no utilizo esta herramienta de forma sistemática (asistente de toma de notas), veo en ella una verdadera oportunidad para enfocar toda mi energía y presencia empática en la persona que tengo delante.


La responsabilidad del paciente al usar IA en salud

 

La inteligencia artificial brinda acceso a información y orientación rápida, pero también implica una responsabilidad clara para quien la utiliza. Hoy existen multitud de aplicaciones capaces de analizar síntomas o interpretar datos, pero el paciente nunca debe considerar esas conclusiones como diagnósticos definitivos ni sustituir la consulta con el profesional sanitario. Como ocurre con cualquier herramienta digital, la IA puede cometer errores, malinterpretar datos o carecer de contexto, llevando a conclusiones inexactas, alarmistas o insuficientes.


Por eso, la responsabilidad del paciente pasa por:


  • Validar cualquier información obtenida digitalmente antes de actuar.
  • No automedicarse ni modificar tratamientos sin consultar con el médico.
  • Entender que la IA no puede contemplar la totalidad del contexto personal, emocional y clínico.
  • Recordar que la interpretación humana y el acompañamiento profesional son muy importantes.


Recomendaciones para un uso responsable de la IA en salud

 

La IA ha venido para quedarse. Es una verdadera revolución y una realidad en mi vida diaria profesional. Desde hace ya mucho tiempo vengo formándome, estudiando, aprendiendo y utilizando diferentes herramientas que hacen mi trabajo mas eficiente y preciso.


Independientemente de tu formación académica, de los conocimientos que tengas, mi recomendación es que te tomes muy en serio formarte en IA para utilizarla de la mejor manera posible, en tu trabajo, en tu día a día, en tus momentos de ocio, de productividad, de creatividad. 


A nivel laboral, cuanto menos formación tengas en IA, menos competitividad tendrás en entrevistas, promociones y acceso a los empleos del futuro (y yo diría del presente). Serás menos visible en un mercado donde dominar la IA ya es la nueva alfabetización profesional. No formarte en IA a día de hoy es equivalente a no utilizar correctamente un “paquete Office” hace 20 años, o no saber escribir hace 100 años.


Y si decides utilizarla en el ámbito de la salud te recomiendo lo siguiente:

 

  • Consulta siempre con tu médico: Ante síntomas preocupantes o resultados llamativos, la opinión profesional es imprescindible.
  • No te automediques según lo que diga una aplicación.
  • Verifica la fuente: Da preferencia a plataformas con aval profesional y científico.
  • Utiliza la IA como orientación, no como diagnóstico final: Considera la información como una ayuda, no como una respuesta absoluta.
  • En urgencias o síntomas graves, recurre siempre a la valoración humana.
  • Guarda la calma: La IA puede mostrar respuestas alarmantes, pero siempre requiere contexto.
  • Protege tus datos personales: Elige apps con buenas políticas de privacidad.


Lo más importante si eres mi paciente: contáctame, escríbeme, coméntame. Como repito siempre: una de las cosas que caracterizan mi consulta es tener un contacto cercano y frecuente cuando haga falta.


Beneficios y límites de la IA en medicina integrativa

 

La IA permite anticipar riesgos, afinar diagnósticos, personalizar tratamientos y facilitar una medicina basada en datos. Es especialmente valiosa en el diagnóstico por imagen, la robótica quirúrgica, el desarrollo y personalización de nuevos fármacos, la monitorización de pacientes y la exploración de enfermedades complejas. Además, agiliza las gestiones administrativas, como la organización de agendas, la confirmación de citas y la optimización de recursos en centros de salud. 

 

Sin embargo, ninguna tecnología puede sustituir, a día de hoy, el juicio clínico y la intuición profesional, desarrollados con años de práctica y una visión integradora del ser humano. Es fundamental que la supervisión y la ética acompañen cualquier avance.

Debemos también reconocer las barreras que muchas personas —especialmente mayores o poco habituadas a lo digital— se encuentran frente a la tecnología. La auténtica medicina integrativa debe ser inclusiva, combinando los beneficios tecnológicos con el toque humano y la empatía, que fortalecen la confianza y la relación médico-paciente.


Cercanía y escucha empática: pilares irrenunciables

 

La escucha activa, la empatía y la atención personalizada son, y seguirán siendo, el corazón de mi consulta médica. La tecnología y la IA, bien integradas, deben ayudar a que el médico dedique menos tiempo a las tareas administrativas y más a comprender, acompañar y guiar a la persona. 

Así lo defendiendo en otros artículos de mi blog como:



Reflexión final

 

La inteligencia artificial es una herramienta poderosa con gran potencial revolucionario en la medicina, pero solo aporta verdadero valor cuando se integra en un sistema con ética, humanidad y criterio profesional. La tecnología bien usada amplía nuestras posibilidades y no elimina el compromiso personal que todo paciente merece.


Si buscas soluciones a tus problemas de salud, te recomiendo que observes críticamente cualquier respuesta digital, sabiendo que siempre existe un margen de error, y que el contexto humano es irremplazable. 

Si eres una persona altamente sensible, impresionable, o te surgen muchas dudas, te animo a buscar el acompañamiento de un profesional con experiencia y a poner cada resultado automatizado en su justo contexto.


Te invito a seguir esta serie de publicaciones donde exploraré cómo la IA está transformando la medicina integrativa, con sus retos y oportunidades, siempre desde una mirada centrada en el paciente.


¿Tienes experiencias, dudas o inquietudes sobre la inteligencia artificial en salud? Cuéntamelo en los comentarios o comparte este artículo. Las mejores soluciones surgen del diálogo que integra lo mejor de la tecnología con lo mejor del cuidado humano.

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Introducción El dolor crónico afecta a millones de personas en todo el mundo, disminuyendo su calidad de vida y limitando sus actividades diarias. A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta inmediata a una lesión, el dolor crónico persiste durante meses o incluso años, a menudo sin una causa aparente. La medicina integrativa ofrece enfoques complementarios que, junto con los tratamientos convencionales, pueden proporcionar alivio y mejorar el bienestar general del paciente. Comprendiendo el Dolor Crónico El dolor crónico se define como aquel que dura más de 12 semanas, incluso después de que la lesión o enfermedad inicial haya sanado. Puede manifestarse en diversas formas, como dolores de cabeza, dolor lumbar, artritis o dolor neuropático. Las causas son multifactoriales e incluyen factores físicos, emocionales y psicológicos. El Dolor: Subjetividad y Factores Emocionales El dolor es una experiencia subjetiva y no depende únicamente del daño de los tejidos. Se ha demostrado que el estrés, la ansiedad y la depresión pueden amplificar la percepción del dolor a través de la activación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y la sensibilización del sistema nervioso central (SNC) (Martucci et al., 2019). El sistema límbico, responsable de las respuestas emocionales, interactúa con las vías nociceptivas, lo que explica por qué el estado emocional puede influir en la intensidad del dolor percibido. Anécdota Personal: El Dolor Objetivo y el Subjetivo En la infancia, es común haber experimentado noches difíciles debido a algún malestar. Sin embargo, una en particular quedó grabada en mi memoria. Tenía alrededor de 9 años y fue una noche interminable de dolor de oído, angustia y malestar. Mi padre, médico de profesión, me brindó atención y me dio la medicación correspondiente. A pesar de ello, la noche fue una de las peores que recuerdo. Años después comprendí que lo que quedó en mi memoria no fue solo el dolor físico, sino la ausencia de mi madre, quien solía estar a nuestro lado en esos momentos. La seguridad emocional y el acompañamiento juegan un papel clave en la percepción del dolor, reforzando la importancia del apoyo afectivo en cualquier tratamiento terapéutico (Kross et al., 2011). El dolor genera señales químicas que nuestro cerebro interpreta, y estas pueden magnificarse según nuestras circunstancias vitales. Cuanto mayor sea nuestro bienestar emocional y más armonioso sea nuestro entorno, mejor podremos afrontar situaciones complejas como el dolor crónico o cualquier otra enfermedad. Enfoques Integrativos para el Manejo del Dolor 1. Auriculoterapia Esta terapia se basa en la estimulación de puntos específicos en el pabellón auricular con el objetivo de modular la respuesta del sistema nervioso y aliviar diversas dolencias, incluido el dolor crónico. Se ha demostrado que la auriculoterapia mejora la modulación del dolor y reduce el estrés emocional (Usichenko et al., 2017). 2. Terapias Mente-Cuerpo Terapia Humanista y Biodescodificación: Estas intervenciones ayudan a identificar y tratar los conflictos emocionales subyacentes que pueden estar exacerbando el dolor (Lumley et al., 2019). Mindfulness y Relajación: La meditación y la respiración consciente han demostrado reducir la percepción del dolor y mejorar la calidad de vida en pacientes con dolor crónico (Zeidan et al., 2016). 3. Nutrición y Suplementación Ortomolecular: Un Enfoque Clave en el Manejo del Dolor El equilibrio bioquímico del cuerpo juega un papel esencial en la percepción y modulación del dolor. La terapia ortomolecular busca optimizar la salud mediante la administración de nutrientes esenciales en concentraciones adecuadas, favoreciendo procesos antiinflamatorios y analgésicos naturales. Deficiencias de ciertos micronutrientes pueden contribuir a la inflamación crónica, disfunción neuromuscular y sensibilización al dolor. Diversos compuestos han demostrado beneficios en el manejo del dolor crónico, actuando a nivel celular para reducir el estrés oxidativo, mejorar la función neuronal y modular la respuesta inmune. A continuación, se presentan algunos de los más relevantes respaldados por la evidencia científica. Magnesio: Relajante muscular y modulador del dolor neuropático (Barbagallo et al., 2016). Ácidos grasos Omega-3: Potentes antiinflamatorios eficaces en artritis y dolor neuropático (Calder, 2017). Palmitoiletanolamida (PEA): Suplemento con propiedades analgésicas y antiinflamatorias (Hesselink et al., 2013). Boswellia serrata: Conocida por sus efectos antiinflamatorios y analgésicos en enfermedades como la osteoartritis (Sengupta et al., 2008). Cúrcuma (Curcuma longa): Su componente activo, la curcumina, tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el manejo del dolor (Daily et al., 2016). Enzimas digestivas (Bromelina y Papaína): Han mostrado efectos antiinflamatorios y analgésicos, útiles en el tratamiento del dolor (Bhattacharyya et al., 2008). Quercetina: Flavonoide con propiedades antiinflamatorias que puede ayudar en la reducción del dolor (Boots et al., 2008). 4. CBD y Dolor Crónico: Ciencia y Beneficios El CBD es un compuesto del cannabis con propiedades analgésicas y antiinflamatorias que actúa sobre el sistema endocannabinoide (SEC), modulando la inflamación y la percepción del dolor. Su interacción con los receptores CB1 y CB2 reduce la liberación de mediadores inflamatorios y regula la actividad del sistema nervioso central (Pertwee, 2018). Evidencia Clínica Dolor Neuropático: Disminuye la hipersensibilidad al dolor y la inflamación en neuropatías periféricas (Xu et al., 2020). Artritis y Enfermedades Inflamatorias: Reduce la inflamación articular y mejora la movilidad (Philpott et al., 2017). Fibromialgia: Estudios sugieren alivio del dolor y la fatiga, especialmente en combinación con THC (VanDolah et al., 2019). Consideraciones El CBD es seguro y bien tolerado, aunque puede interactuar con algunos medicamentos. Su supervisión médica es clave para optimizar sus beneficios y evitar efectos adversos leves (Huestis et al., 2019). Su potencial para aliviar el dolor sin los efectos adversos de los opioides lo convierte en una opción terapéutica de gran interés. 5. Ejercicio y Movimiento El ejercicio regular es una estrategia fundamental en la reducción del dolor crónico. Actividades como yoga y tai chi han demostrado mejorar la función física y reducir el dolor en pacientes con artritis y fibromialgia (Wang et al., 2010). Además, el movimiento consciente puede reforzar la conexión mente-cuerpo y mejorar la respuesta al dolor. 6. La Microbiota y Dolor Crónico: Un Vínculo Invisible pero Poderoso La investigación emergente sugiere una conexión entre la salud intestinal y la percepción del dolor. La microbiota intestinal y sus metabolitos influyen en la inflamación sistémica y en la modulación del sistema inmunológico. Intervenciones que modulan la microbiota, están siendo exploradas como posibles estrategias para el manejo del dolor crónico (Vujkovic-Cvijin et al., 2020). Un equilibrio adecuado de la microbiota contribuye a reducir la inflamación crónica y mejorar la respuesta al dolor en diversas condiciones médicas. Por ejemplo, Faecalibacterium prausnitzii y Lactobacillus rhamnosus producen metabolitos como el butirato y el ácido gamma-aminobutírico ( GABA ) , los cuales tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas naturales (O'Neill et al., 2021). A su vez, desequilibrios en la microbiota pueden aumentar la producción de lipopolisacáridos ( LPS ) proinflamatorios, exacerbando la sensibilización al dolor y contribuyendo a enfermedades como la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable (Cryan et al., 2019). Optimizar la microbiota mediante una nutrición adecuada y personalizada, reparando las alteraciones funcionales digestivas, así como reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño, son estrategias clave para modular la respuesta al dolor. Cada día la ciencia reafirma la conexión entre el intestino y el cerebro, y comprender esta relación nos permite abordar el dolor crónico de manera más efectiva y personalizada. Si sufres de dolor persistente, considera una evaluación de tu salud intestinal como parte de tu tratamiento integral. Tu microbiota puede ser un aliado clave en tu camino hacia el bienestar . 7. Naltrexona en Dosis Bajas (LDN) La naltrexona en dosis bajas (LDN) ha surgido como una opción innovadora en el tratamiento del dolor crónico y enfermedades autoinmunes . A diferencia de su uso convencional en dosis altas para tratar la dependencia de opioides y alcohol, en dosis de 1.5 a 4.5 mg, la LDN modula la inflamación y la percepción del dolor. Mecanismo de Acción La LDN bloquea temporalmente los receptores opioides , lo que genera un aumento en la producción de endorfinas y encefalinas , sustancias clave en la regulación del dolor y la inflamación. Además, reduce la activación de las células microgliales en el sistema nervioso central, disminuyendo la liberación de citoquinas proinflamatorias, un mecanismo clave en la sensibilización central y el dolor crónico (Younger et al., 2014). Aplicaciones Clínicas Fibromialgia: Mejora del dolor y la fatiga (Younger et al., 2013). Enfermedad de Crohn: Inducción de remisión clínica en pacientes con enfermedad activa (Smith et al., 2017). Esclerosis Múltiple: Reducción de síntomas como la fatiga y el dolor neuropático (Brown et al., 2019). En resumen El manejo del dolor crónico requiere un enfoque multidimensional. La medicina integrativa ofrece diversas herramientas que, en conjunto con los tratamientos médicos convencionales, pueden proporcionar alivio y mejorar la calidad de vida. El acompañamiento emocional y la gestión del estrés son aspectos esenciales que pueden modular la percepción del dolor y contribuir a la recuperación del paciente. ¿Cuáles de estas estrategias crees que podrían ser más efectivas para ti? Bibliografía adicional - Barbagallo M, Dominguez LJ. Magnesium and pain. *Nutrients*. 2016. - Bhattacharyya S et al. Bromelain as a potential therapeutic agent. *J Ethnopharmacol*. 2008. - Boots AW et al. The role of quercetin in inflammatory processes. *Biochem Pharmacol*. 2008. - Calder PC. Omega-3 fatty acids and inflammatory processes. *Nutrients*. 2017. - Daily JW et al. Efficacy of curcumin for alleviating pain: a meta-analysis. *J Med Food*. 2016. - Hesselink JM. Palmitoylethanolamide, a natural painkiller. *Pain Res Treat*. 2013. - Kross E et al. Social rejection shares somatosensory representations with physical pain. *PNAS*. 2011. - Lumley MA et al. Emotional awareness and expression therapy for chronic pain. *Pain*. 2019. - Martucci KT et al. The neuroscience of pain and emotion. *Neurosci Biobehav Rev*. 2019. - Sengupta K et al. Clinical evaluation of Boswellia serrata extract in osteoarthritis. *Phytomedicine*. 2008. - Usichenko TI et al. Auricular acupuncture for pain relief. *Pain Med*. 2017. - VanDolah HJ et al. A review of the therapeutic benefits of Cannabidiol (CBD). *J Clin Med*. 2019. - Wang C et al. The effect of tai chi on chronic pain conditions. *Arthritis Care Res*. 2010. - Zeidan F et al. Mindfulness-meditation-based pain relief. *J Neurosci*. 2016. - Cryan JF, O’Riordan KJ, Cowan CS, et al. (2019). The microbiota-gut-brain axis. Physiological Reviews, 99(4), 1877-2013. - O'Neill C, Mårtensson J, et al. (2021). Gut microbiota and chronic pain. Journal of Neurophysiology, 125(3), 846-860.